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LaDy_Paranoia

Feria de Abril...Oleee Oleee, olé olé olé

Feria de Abril...Oleee Oleee, olé olé olé Hace tanto que no volvía a casa con una sensación de felicidad tan grande dentro, que ya ni lo recordaba.
Fue un día tan especial…
Estaba agustisimo con toda la gente.
Tenia ganas de volver a la “Feria de abril” de mi antiguo barrio, y tenia ganas de vivirla de nuevo, y este año desde dentro (gracias a Natalia, y a su participación con su traje de Sevillana, me lo pasé realmente genial).
Pero no solo fue la feria, fue también el encontrarme otra vez con Cepe y conversar con él tranquilamente y volverle a sentir como un niño asustado pidiendo ayuda, como cuando vivíamos juntos. Me hubiera gustado abrazarle, y decirle que aunque ahora estuviéramos a algunos kilómetros distancia, me gustaría que me siguiera viendo como la chica de habitación de al lado, y que no tenía por que tardar tanto en contarme sus miedos ni sus preocupaciones, pero como estaba al otro lado de la barra, lo único que pude hacer fue cogerle de la mano.
Pero sobre todo esa sensación de felicidad me la produjo Rubén.
8 meses, ya con un muro en medio (en un tiempo fue de ladrillo, últimamente venía siendo de cristal)…, pero no dejaba de ser un maldito muro.
Cuando llegué a la uni, él venia detrás con el coche, se paró me saludó, nos preguntamos que tal nos iba, y se produjo ese silencio tan devastador (esos silencios que cuando estas cómodo son agradables, pero cuando estas incomodo pueden ser eternos). Le dije que me tenía que ir a la biblioteca (supongo que por evitar esa situación tan tensa), él me dijo que bajaría a la feria por la noche con sus amigos, y nos despedimos,así sin mas, sin ni siquiera saber si nos íbamos a ver esa noche (aunque yo con la esperanza de pensar que si).
Así que cuando Salí con Natalia (y el grupo de “sevillanas”) me los encontré, y ahí seguía el muro, un par de holas y levantamiento de brazos, acabo de llegar etc. Y yo por un lado y él por otro.
Hasta que dije ¡¡No puede Ser!! Es mi amigo joder. Que digo, ha sido uno de mis mejores amigos (de hecho le considero alguien importante en mi vida), y por que narices no me acerco ahí, y le hablo con la misma naturalidad de siempre.
Así que sin pensármelo mas, me acerqué y me puse en medio de su grupo, les saludé, y empecé a bailar y hablar con ellos.
Por fin volví a ver la verdadera sonrisa que no veía en él desde hace mucho tiempo (esa sonrisa que tanto había echado de menos, que tanta falta me hacía). Y estuvimos hablando; hablando claramente de nuestra amistad, de lo que pueden cambiar las cosas a lo largo de la vida, pero de lo que importantes que seriamos siempre, aunque no nos volviéramos a ver en años.
Y ese hielo se rompió, y volví a ver a mi amigo de juergas, a ese personaje que siempre tenía una palabra de animo en su boca (que te hacia olvidar cualquier preocupación), y nos bastó con un simple abrazo, y una agitación de pelo para decirnos “vayas donde vayas no me olvides por favor” y en el beso de despedida nos susurramos un no quiero perderte jamás.

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