La Víspera del Viaje
Apenas quedan unas horas para marcharme, y curiosamente estoy súper tranquila. Tengo casi todo empaquetado desde hace varios días y por mi mente únicamente se pasa el momento de cargar el coche, las 7 horas de viaje que me esperan, la llegada a Tarragona, el momento de descargar todo y el momento de ver ya recogida mi “nueva habitación”.
No se por que razón mi mente no quiere pensar en nada más, no quiere pensar en lo que deja, ni quiere imaginar lo que va a encontrarse. Creo que está de huelga, y eso me está sorprendiendo hasta a mi misma, que por momentos la fuerzo a imaginar un futuro a corto plazo, y tras un par de segundos vuelve al estado catatónico en el que se encuentra.
Todos me preguntan… ¿Estarás nerviosa no?... ¿Cuándo te marchas? … ¿Y no te da “cosilla”?...Y me lo preguntan de tal forma que parece que fuera a montarme en un trasbordador ¡rumbo a Marte!
Reconozco que en todos estos meses, he tenido un sentimiento muy extraño, algo inexplicable, una mezcla entre nostalgia, emoción, miedo e ilusión. Pero ahora mismo estoy en una especie de fase que se podría definir “punto de no retorno”. Y para explicarme mejor diría que si toda la decisión de marcharme a Tarragona, hubiera sido la de HACER PUENTING ahora mismo estaría justo en el momento en el que después de reflexionar sobre la altura que tienes bajo tus pies, la delgada goma que te sujeta y afrontar ese “pánico inicial” (que por un segundo aparece mientras al borde del puente piensas en las posibles consecuencias que ese salto podría acarrearte), por fin te decides a escuchar tu voz interior… es en ese mismo instante cuando claramente la oyes y grita con todas sus fuerzas: SALTA!!
1 comentario
Frogmen -
Es normal, esto lo que llevas esperando desde hace tiempo, lo tienes asumido.