Permiteme

Permíteme mirar a través de tus ojos y verme por un instante, para poder odiarme desde otro punto de vista o quizás para intentar quererme desde alguno.
Déjame tocar tu rostro con los ojos cerrados, para que mi alma ciega, sea consciente y no se olvide nunca de lo que quiso dejar atrás.
Consiénteme que recoja al menos una manta de la cama que un día nos dio abrigo y que me marche sin pasar frío hacia la puerta tras la cual ya habrá dejado de existir el calor.
Y después, si me dejas y te veo, te diré adiós desde unos ojos extraños a los que no considero ya míos por qué solo piensan en buscar otra mirada que les haga daño, un daño que duele sin que llegue a considerarse verdadero dolor.
Y mi boca balbucea tu nombre mientras piensa en enmudecer pero no es capaz de dejarte de hablar.
.:Cydya:.
[Escuchando: Niña Pastori – Cuando nadie me ve]
0 comentarios