Blogia
LaDy_Paranoia

...Siempre nos quedará la Tropical Salou....

...Siempre nos quedará la Tropical Salou....

Siempre se suele decir que “no es como empieza, si no como acaba”.

Mi primera noche en Salou, se puede decir que acabó, de forma un tanto “diferente” a como en un principio empezó.

A las 12.30 Miriam, Raquel y yo, con la mejor de nuestras sonrisas salíamos de mi piso de Tarragona a “explorar” el ambiente nocturno de Salou. El Tom Tom nos llevó estupendísimamente, y allí (seguimos al primer coche deportivo conducido por un chaval joven – que como dice Raquel, “esos siempre se dirigen a donde está la marcha”).

Así que tras ver donde estaba la zona de discotecas, buscamos un aparcamiento, y comenzamos la aventura. Nada mas llegar, miles de Relaciones Publicas se nos echaron encima para “invitarnos” a conocer su local. Incluso, por el hecho de ser chicas y “primerizas en la noche de Salou” , nos permitieron pasar gratis a una discoteca.

Después de entrar en todos los disco-bares en los que nos invitaban a chupitos por el hecho de entrar a conocerlos, decidimos que ya era hora de quedarnos en algún sitio fijo.

Y como la discoteca que habíamos entrado al principio, La Tropical (de la cual ya teníamos sello) nos había gustado (especialmente a Raquel, que desde el principio la dio muy buenas vibraciones), decidimos pasar allí el resto de la noche, así que dejamos los abrigos en el guardarropas y nos dirigimos hacia la barra.

Como había sobrado media botella de 43 del botellón (en el que yo no participé, por que sigo fiel a mis principios y defenderé forever el lema de “si bebes no conduzcas”).

Miriam la metió en una botellita de agua y estratégicamente la guardó en el bolso.Así que lo único que hacíamos era pedir coca cola y “subir al baño” (que según el portero estaba “arriba”).

Nuestro mayor  hallazgo de la noche fue el descubrimiento de otra planta (tipo sala VIP encima de la disco) al subir las escaleras que nos llevaban a los baños. De repente, pareciamos niñas con zapatos nuevos, y nuestra ilusión fue en progreso al ver la siguiente planta, que a su vez tenía otra especie de disco bar con una decoración totalmente diferente a la anterior, y que las escaleras aun no habían terminado…., y ualaaa cuando llegamos a la ultima planta, otro disco bar (decorado al mas puro estilo “spaceman”) y ya por fin..los famosos baños. ¡Que pasada!, los baños totalmente limpios y automáticos, con una cascada de agua detrás del W.C, que se activaba e iluminaba cuando te acercabas, los lavabos eran una ranura en la pared llena de luces, por donde salía agua al meter las manos… Impresionante!.

Después de hacernos un montón de fotos, con las mesitas, sillones, el ascensor de cristal exterior y demás, elegimos disco-bar (Planta 2ª) y empezamos a bailar.

Pero… (por que como siempre aparece algún pero,  y como he empezado diciendo, las cosas no son como empiezan si no como acaban…), mi móvil empezó a vibrar y al cogerle para ver quien era, Raquel se tocó el pantalón para ver si el suyo seguía ahí (acto reflejo) y MIERDA! El móvil se le había perdido.  Y como es de imaginar, por mucho que quieras buscar y por mucho a quien quieras preguntar en una discoteca de 4 pisos, es imposible localizar un móvil perdido. Y como cabe de esperar, y tras el disgusto, nuestro animo cayó en picado…, así que después de hacer todo lo que estuvo en nuestras manos, decidimos volvernos a casa.

Y aquí es donde empieza la segunda parte de la odisea…

Enchufé al Tom Tom y le dije a “Marta” (a si se llama la voz que me guía) que nos llevara a Tarragona, Raquel se durmió nada mas montar en el coche, y Miriam iba algo revuelta. El viaje estaba saliendo bien, hasta que de repente “oh, oh…zona de obras” (carretera cortada, giros para mil sitios, el GPS se vuelve loco, zonas prohibidas..), así que después de hacer una rotonda miles de veces ya tiré para el único sitio en el que pude ver escrito Tarragona, y ¡Joder!, de repente Marta dice “Peaje” (no digas mas, me he metido a la autopista, Miriam dice a Raquel que si hay bote, Raquel sigue sobada, yo la digo que es igual, que solo quiero llegar, y me da igual pagar el peaje, me da igual lo que cueste, me da igual todo, estoy hasta las narices de las obras!…) así que sigo hacia adelante.

Al pillar la autopista, me quedo sorprendida a ver que todas las barreras están levantadas…(y yo pensando, “esto que es, que hago, será que han abierto la autopista a causa de las obras…”) el caso es que me paso la barrera, y no se si por mi, o por que dio la casualidad de que se produjo en ese  preciso momento… pero una especie de campana empezó a sonar. Yo que me acojono, Raquel que no reacciona, Miriam que va mareada, paro el coche con las luces de emergencia, y la digo a Miriam “tía, bájate y pregunta a alguien”, “si claro, yo me voy a bajar… si aquí no hay nadie, y además paso, anda y tira para adelante que pareces tonta aquí plantada en todo el medio”, tras dudar unos segundos vemos que un coche pasa a toda hostia, sin pillar ticket ni nada, así que ya decido avanzar (siempre con la sensacion esta de que  pasará cuando llegue al otro extremo del peaje). Y justo cuando empiezo a acelerar, Miriam que se encuentra mal, que se encuentra peor.. de pronto, la oigo decir “¿donde están las bolsas?” y yo gritando “Que no tengo bolsa!, que estoy en la autopista! ¡no potes por favorrr!”, cuando de repente me giro, veo que ha cogido un envoltorio de unos parasoles, ha hecho una especie de cucurucho, y en dos segundos se ha puesto a echar las rabas… “DIOSSSSSS NOOOOOO” y yo pensando “joder ahora que hago, donde paro…”, encima la chica nada de discreciones no…; en mi vida había oído una cosa tan desagradable;iba relatando todo cual radio macuto, de repente la oigo lloriquear “joooo, encima se me ha caídooooo, al pantalón, y esta caliente jooooo” yo ya si que no podía mas, me estaba revolviendo, pillo la primera salida de la autopista, la digo que si paro, dice que ya no, que siga que ya se encuentra mejor, después empieza a decirme que huele fatal… yo ya si que no podía mas, estaba a punto de vomitar también.

Llego a la salida de la autopista, y el taquillero me pide el ticket, yo le explico que vengo de Salou y bla, bla, (estaba acojonada pensando en que lo mismo me mandaba pagar todo el tramo de peaje), pero el chico se portó y solo me mandó pagar 65 céntimos. Al salir de la autopista, Miriam con su “regalito en la mano” cayó de oreja, y yo, súper revuelta (por el olor) conseguí llegar a Tarragona, por mi mente solo discurría una frase “esto no me puede estar pasando” y mientras pienso esto en el semáforo de la entrada de Tarragona miro hacia la izquierda, y veo a dos tíos subidos en un subibaja a las 6.30 de la madrugada… “es un sueño todo-pensaba-un sueño”.

Cuando llegamos a mi bloque, mando a Miriam que se baje a levantar la barrera del parking, pero veo que es un error por que Miriam no responde a ningún tipo de estimulo. Así que ya me desgañito llamando a Raquel hasta que reacciona, y se encuentra con todo “el percal”.

Tras aparcar, de camino a la puerta, (y mientras le voy contando a Raquel lo que ha pasado), veo que Miriam nos sigue con su “sorpresita” en la mano. Yo, me pongo histérica, la obligo a ir a una papelera, vamos que me niego que suba eso al piso la chica se niega a avanzar en ninguna otra dirección que no sea la de la cama, Raquel no reacciona, únicamente se ríe,  y yo acabo desistiendo de gritar mas.

Miriam me mira, mira la distancia a la papelera, deja el paquete en una esquina del portal y dice “Que no se queja al que le toque recogerlo, que está bien envueltito”.

Ataque de risas colectivo. Y ya una vez en casa…. Nos reímos de aquella prometedora noche de Salou. Otra cosa no, pero en nuestro recuerdo quedará de por vida.   

[Una Cancion: Estopa - Vino Tinto]  

 

2 comentarios

LadyParanoia -

Te prometo que de camino a Tarragona no pensaba lo mismo, aunque joder luego lo contabamos en casa, y era surrealista todo. ;P

Frogmen -

Leer para creer, jajajaja

Qué asco, pero qué risas...!