Tan solo en ocasiones

En ocasiones me pasa, no se por qué, que no eres como te imagino. Y no me salen las palabras que guardo para decirte cuando te vea la próxima vez.

A veces tengo inmensas ganas de abrazarte y me paralizo cuando estoy frente al desconocido que se ha apoderado de ti. Y es el silencio el que reina, cuando debería de gobernar mi voz interior.

 

Y me pregunto como puede ser tanta la distancia por momentos, si a penas estamos a escasos centímetros. Y no soy capaz ni de mirar tus ojos y escuchar lo que serías capaz de decirme, ni de acercarme por temor a que pueda molestarte en esta ocasión.

Y se que tú también lo sientes, y te callas en vez de ser tú el que se acerca a mi.

 

Otras veces me llamas, y en la lejanía oigo tu voz distante que reprocha mi ausencia, y me lo reprocha con voz grave y firme al principio, y cada vez mas tenue y lejana cuando al intentar acercarme veo que de nuevo te vas.

Hay momentos en los que te busco, pero otros me ausento sin decir nada, mientras busco a otro que me entienda y me comprenda, que escuche mis silencios y sepa darles su preciso valor.

 

Y no pienses que por ello te quiero un poco menos, ni tan siquiera una pizca; simplemente me callo y vuelo por mi mente a otra parte donde existan esas palabras que quizás tú esperes oír y yo algún día pueda alcanzar a pronunciar sin llegar a preocuparte.