DÍAS SIN MINUTOS

Las llamadas en el tiempo se perdían por que ahora solo contaba el silencio.
Y las noches ya no existían, ni los días estaban, por que las sombras les apagaban.
Y los sueños se extinguían, y los corazones no latían, solo bombeaban sangre, para seguir dando vida, pero la vida ya no importaba, por que ya nadie sentía.
Las tormentas también se alejaban y solo las cenizas cubrían el camino de los mortales que sobrevivían el dolor como única sensación junto con la agonía.
Los árboles yermos en el pétreo suelo y desiertas mentes vagaban entre las moles de ladrillo que a su paso se erguían; y entre ellas yo, alma en pena por la vida.
Cydya
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