Agujero
Hace dos semanas Judit rompió con Aithor, y me alegró pensar que yo fui la primera en enterarme, pero sobre todo que antes que cualquier otra persona, el peque elegiría mi hombro para llorar. También he de reconocer que fue muy triste el momento, oírle llorar y derrumbarse y no tener las suficientes palabras de aliento para darle.En esos momentos hubiera deseado vivir un poco mas cerca, quizás dos calles mas abajo y haberme acercado a su casa y simplemente poder abrazarle. Aunque me consuela pensar que él sabe todo lo que le quiero, y que por ningún momento voy a dejarle caer.
La semana pasada Juan con su carnet recién sacado y su coche recién comprado, vino de Barcelona al pueblo, saludó a sus padres (que llevaban dos días allí), durmió un par de horas y cogió de nuevo el coche y se vino a verme; como una vez me prometió que haría. Cuando le vi casi no me lo creía. Poca gente tiene el valor de hacer eso, Belén no le podía acompañar. Apenas conocía a Raquel y mi hermana, pero él se integró perfectamente con mis amigos, y se lo pasó tan bien en las fiestas de mi pueblo que prometió volver.
Realmente te llena tener amigos así.
Y respecto a mi vida , sin buscarlo me ha aparecido un curro de administrativa en una constructora, y estoy contenta por que la gente parece muy agradable. Supongo que me agobia pensar que no tengo tiempo para sacarme las dos que me quedan para septiembre; y sigo teniendo miedo por suspender el proyecto (que lleva un pequeño fallo), aunque diría que no me puedo quejar de cómo me va la vida. Sin embargo sigue habiendo un hueco, una especie de agujerito que no se llena nunca, y que no sé exactamente con que llenarlo, por que ni yo misma se de donde proviene. Muchas veces pienso que todo se solucionaría marchándome, otras veces encontrando al amor de mi vida , pero el caso es que siempre está ahí. Y aunque por momentos como cuando Aithor me necesita, Juan me viene a ver, mi gente me dice lo importante que soy, o el día parece ir sobre ruedas; parece que ese vacío ha desaparecido, sigue estando ahí, y sigo sin saber como rellenarlo.
Pdta: Al fin conseguí ver la trilogía completa del señor de los anillos. Estuve desde las 11.30 a.m hasta las 11.45 p.m sin salir del salón. He de reconocer que la espera mereció la pena
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Letzal -